martes

Presentación

Aquí os dejamos la presentación que hicimos en clase.

viernes

Bibliografia

Bibliografía


  • AARM. Retraso mental. Definición, clasificación y sistema de apoyo. Madrid: Alianza 2000.


  • C.N.R.E.E. El alumno con retraso mental en la escuela ordinaria. Madrid: MEC 1989.


  • Rondal J.A. y Comblain A. El lenguaje de las personas con síndrome de Down. Revista síndrome de down 2001; 18: pp.18-28.





lunes

Ejemplos de alumnos

ALUMNO 1:

Durante toda la etapa de infantil y primaria ha estado en el aula ordinaria acudiendo a varias sesiones semanales al aula de apoyo. A pesar de estar en un grupo ordinario tiene una adaptación curricular en la áreas instrumentales.

Cuando nosotros la recibimos, en el periodo de secundaria, empezamos a trabajar en la misma línea planteada en el centro anterior: clase ordinaria más aula de apoyo todo ello con una adaptacion, ya no solo en las instrumentales sino que se hace extensiva a otras áreas(mate,lengua,euskera,ingles,natu y gizarte)es decir, estamos hablando de una adaptacion curricular global y con referencia a segundo ciclo de primaria, por tanto el desfase curricular del alumno es importante.

A lo largo de los diferentes cursos de la ESO se fueron incrementando el número de horas con el P.T, trabajando no solo contenidos conceptuales sino haciendo especial hincapié en aspectos relacionados con habilidades sociales, autoestima y autonomia personal(cocina,compras,manejo de dinero)

Ya en los primeros momentos de su escolarizaciopn en nuestro centro vimos que el alunmo necesitaba otro tipo de apoyos ademas de los meramente academicos.Por este mismo motivo se hizo una demanda pertinente a lso servicios sociales del ayuntamiento y comineza la intervencion de los mismos, nosolo con el alumno sino con la familia.

Durante los dos ultimos cursos de su permanencia en el centro se fue preparando su "transito a la vida adulta", tanto con el , como con sus padres y el propio educador social.

Cumplidos los 18 años, edad maxima en el ESO(por estar en aula ordinaria, no estable), se valora como mejorar salida continuar sus estudios en un AAT.

Finalizado en periodo formativo del aula de aprendizaje de tareas(AAT) comienza su vida laboral en una empresa de trabajo protegido.



ALUMNO 2

Etapa infantil y primaria: aula ordinaria, P.T, consultor y el curso de recursos de invidentes(CRI).

Secundaria:_ Se sigue en la misma linea que los años anteriores y con los mismos apoyos.

Lo mismo que ocurrio en el casoanterior, se fueron aumentando las horas dedicadas a trabajar aspectos mas relacionados con la autonomia personal y el acceso a la vida adulta.

Con 17 años se valoro como mas positivo para el pasar a un AAT, sin agotar los años de secundaria.



ALUMNO 3


Etapa infantil y primaria: acude al aula ordinaria, PT, logopedia y educadora especial.

Secundaria: comineza esta etapa en el aula estable, pasando con 16 años al AAT( en estas aulas ademas del profesor de PT esta tambien un maestro de taller y educadora especial.Sigue con el especialista en logopedia.

A lso 20 años , edad maxima de permanencia en estas aulas comienza su vida laboral.A lo largo de esta etapa ha ido cambiando el tipo de trabajo a realizar y junto con el ha ido incrementandose la responsabilidad y la dificultad del mismo.

En la actualidad tiene 28 años y continua el proceso ascendente en su trabajo.


ALUMNO 4


Etapa infantil y primaria: comienza con 4 años en el aula ordinaria con educadora especial.Ademas de esto acudia 2 horas semanales con el PT y fisioterapeuta.

Secundaria: comienza esta etapa en el aula estable, pasando con 16 años al AAT.

A la edad de 20 años, terminada su escolarizacion, acude a un centro de dia promovido por una asociacion a la cual pertenece.En estos momentos continua en el mismo




resumen

Definición de retraso mental

Aquí teneis el resumen

Según el Departamento de Texas de envejecimiento y de servicios disability el retraso mental se puede definir como una condición individual que por lo general es permanente y que ha sido originada en algún momento de la vida (entre el nacimiento y los 18 años de edad). La capacidad intelectual del individuo es significativamente inferior al coeficiente intelectual promedio (70 o menor; la cota normal se encuentra entre el 85 y el 115) y su comportamiento no presenta el nivel de independencia personal ni de responsabilidad social esperado para una determinada edad en una determinada cultura.


Terminología


En los últimos años han surgido nuevos términos que vienen a sustituir el de “retraso mental” que durante tantas décadas se ha venido utilizando. Las nuevas tendencias defienden que el término adecuado a utilizar es el de persona con diversidad intelectual o bien con funcionalidad intelectual diversa.


Son términos que evitan el uso de una terminología que ya de entrada tacha al individuo como poseedor de problemas o incapacitado para el aprendizaje. Tiene como objetivo evitar las connotaciones negativas que el término retraso mental representa. La nueva terminología aparece vinculada a la defensa y práctica de la inclusividad, calidad de vida y autodeterminación que son prácticas y valores que se deben impulsar en el trabajo que se realiza con estas personas.


Hemos pasado del lenguaje del déficit al de necesidades educativas especiales. Se entiende que la causa de las dificultades con respecto al aprendizaje no se encuentra exclusivamente dentro del alumno y la respuesta educativa que se le da a éste no debe ser sustancialmente diferente que la que se le da al resto de los alumnos.


También debemos tener en cuenta la diferenciación entre el término enfermedad mental y retraso mental. Son términos que se han venido utilizando indistintamente para referirse a conceptos que varían entre sí. Es cierto que en un mismo individuo pueden darse ambas situaciones pero éstas siempre son independientes entre sí.


Tipos de retraso mental


A continuación se incluye El Manual diagnóstico y estadístico de los retrasos mentales de Estados Unidos que presenta una clasificación general de los diferentes trastornos mentales atendiendo al nivel de cociente intelectual. El concepto de cociente intelectual, introducido por Stern, hace referencia a un cociente de edades. Este cociente se halla teniendo en cuenta la edad mental, obtenida mediante un test de inteligencia y la edad cronológica o real. Para hacernos una idea un individuo con una edad mental igual a la edad cronológica tendrá un C.I de 100.




Nivel intelectual según la cifra de C.I. - Grados de retraso mental según C.I.


Cifra de C.I.

Calificación

inferior a 20-25

Retraso mental profundo

20-25 a 35-40

Retraso mental grave

35-40 a 50-55

Retraso mental moderado

50-55 a 70-75

Retraso mental leve

70-75 a 80-85

Retraso mental límite

80-85 a 110-115

Nivel intelectual normal

110-115 a 145-150

Superior a la normalidad

superior a 145-150

Superdotado







Características del retraso mental profundo CI inferior 20-25.

  • Incluye aproximadamente el 1-2 % de las personas con retraso mental.

  • La mayoría de los individuos con este diagnóstico presentan una enfermedad neurológica identificada que explica su retraso mental. Durante los primeros años desarrollan considerables alteraciones del funcionamiento sensorio motor.

  • Puede predecirse un desarrollo óptimo en un ambiente altamente estructurado con ayudas y supervisión constantes, así como con una relación individualizada con el educador. El desarrollo motor y las habilidades para la comunicación y el cuidado personal pueden mejorar si se les somete a una instrucción adecuada. Algunos de ellos llegan a realizar tareas simples en instituciones protegidas y estrechamente supervisados


Características del retraso mental grave CI 20-25 a 35-40.

  • Incluye el 3-4 % de los individuos con retraso mental.

  • Durante los primeros años de la niñez adquieren un lenguaje comunicativo escaso o nulo.

  • Durante la edad escolar pueden aprender a hablar y pueden ser adiestrados en habilidades elementales de cuidado personal. Se benefician sólo limitadamente de la enseñanza de materias preacadémicas como la familiaridad con el alfabeto y el cálculo simple, pero pueden dominar ciertas habilidades como el aprendizaje de la lectura global de algunas palabras imprescindibles para la “supervivencia”.

  • Los adultos pueden ser capaces de realizar tareas simples estrechamente supervisadas en instituciones. En su mayoría se adaptan bien a la vida en la comunidad a no ser que sufran alguna discapacidad asociada que requiera cuidados especializados o cualquier otro tipo de asistencia.








Características del retraso mental moderado CI 35-40 a 50-55.

  • Este grupo constituye alrededor del 10 % de toda la población con retraso mental.

  • Adquieren habilidades de comunicación durante los primeros años de la niñez. Pueden aprovecharse de una formación laboral y, con supervisión moderada, atender a su propio cuidado personal. También pueden beneficiarse de adiestramiento en habilidades sociales y laborales, pero es improbable que progresen más allá de un segundo nivel en materias escolares. Pueden aprender a trasladarse independientemente por lugares que les son familiares. En su mayoría son capaces de realizar trabajos no cualificados o semi-cualificados, siempre con supervisión, en talleres protegidos o en el mercado general del trabajo. Se adaptan bien a la vida en comunidad, usualmente en instituciones con supervisión.





Retraso mental leve CI 50-55 a 70.

Se los denomina los de la “etapa educable” son alrededor del 85 % de las personas afectadas por el trastorno. Suelen desarrollar habilidades sociales y de comunicación durante los años preescolares (0-5 años de edad), tienen insuficiencias mínimas en las áreas sensorio-motoras y con frecuencia no son distinguibles de otros niños sin retraso mental hasta edades posteriores. Acostumbran adquirir habilidades sociales y laborales adecuadas para una autonomía mínima, pero pueden necesitar supervisión, orientación y asistencia, especialmente en situaciones de estrés social o económico desusado. Contando con apoyos adecuados, los sujetos con retraso mental leve acostumbran a vivir satisfactoriamente en la comunidad, sea independientemente, sea en establecimientos supervisados.












EDUCACION


  1. Infantil-Primaria ( 3-12 años)


Normalmente están en el aula ordinaria con apoyos:


- Consultor


- P.T


- Educadora especial


- CRI ( deficiencia visual)


- Fisioterapia


- Logopeda


- Logopeda hipoacusicos


- Terapeuta ocupacional


- Servicios externos:


  • Sanidad ( psiquiatría, neurología,...)

  • Servicios sociales

  • Asociaciones y fundaciones





    1. ESO ( 12-16 años)


Según la capacidad pueden estar en:


-El aula ordinaria


-El aula estable



  • En ambas aulas tendrán los mismos recursos que en la etapa anterior si los necesitan.

  • La figura del consultor en secundaria cambia por la de el orientador.




Hemos mencionado que en esta etapa la edad del alumno se comprende entre los 12 y los 16 años pero existe un margen de edad que puede llevar a los 18 años de edad dependiendo del progreso del alumno dado que que si no evoluciona se quedará más tiempo pero la edad límite será la de 18 años.



      1. CIP ( 16-18 años)


Es un centro en el que los alumnos comienzan un curso de iniciación profesional, en el cual tienen más posibilidades de trabajo.

La edad comprendida en este tipo de centro es entre 16 y 18 años aunque se puede exceder como máximo a 20 años.


4. SECUNDARIA ( NO OBLIGATORIA){ 16-18 años}


Según la capacidad del alumno se distribuye en:


  • Aula ordinaria

  • SAT


Cabe decir que en estos estudios se dispone de los mismo recursos que en los ciclos anteriores.



También existe una serie de programas educativos dirigidos a la búsqueda de los objetivos expuestos:









Terapia de lenguaje:





Este servicio tiene dentro de sus principales objetivos los siguientes:





a) Identificar, diagnosticar y atender las diferencias de comunicación tanto verbal como no verbal que presentan los estudiantes.



b) Contribuir al desarrollo de la comunicación alternativa y/o aumentativa en los niños que así lo requieran.



  1. Brindar información y orientación a los padres de familia sobre la atención correctiva ofrecida a su hijo.



  1. Asesorar a los padres de familia para convertirlos en entes participativos, así como colaboradores en los programas correctivos.



e) Ofrecer capacitación a los maestros de los niños de la Institución en términos de diagnóstico y estrategias de atención grupal.

Evaluación

Teniendo en cuenta las características y dificultades que presentan los alumnos con necesidades educativas especiales nuestra labor como educadores consiste en un primer análisis de la situación en que se encuentran para determinar qué pasos debemos seguir a la hora de alcanzar los objetivos deseados. Para ello, en primer lugar, debemos realizar una evaluación inicial del alumno que nos guíe en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de realizar una evaluación son los siguientes: el alumno, el contexto, los elementos organizativos, los objetivos y contenidos, la metodología y las actividades. A partir de aquí analizaremos cada elemento por separado.

El alumno:

En primer lugar debemos considerar su historia de aprendizaje ya que podemos obtener información relacionada con las áreas curriculares en las que presenta mayores dificultades, los aspectos biológicos que han podido influir al alumno de una u otra manera, es decir, de una manera positiva o negativa.

También hay que tener en cuenta su estilo de aprendizaje. Esta idea está vinculada con las preferencias que el individuo presenta en el proceso de aprendizaje. Estas variables pueden ser tanto individuales como sociales.

Por último debe analizarse el nivel de competencia curricular. Esto no sólo tiene que ver con lo que el individuo es capaz de realizar y alcanzar sino también con las estrategias a las que recurre para poder alcanzar los objetivos deseados.

Tanto la observación sistemática como las pruebas elaboradas por el maestro y las entrevistas elaboradas al propio alumno y a su familia, son las técnicas más adecuadas para llevar a cabo esta primera fase de evaluación.




El contexto del proceso enseñanza-aprendizaje:

En esta segunda fase de evaluación encontramos los siguientes aspectos:

  • Los elementos físicos, es decir, la ubicación del lugar donde se realiza la clase, el espacio físico, cuyas características afectan al uso y disposición del espacio interior, materiales, mobiliario, equipamiento, materiales de juego y de trabajo, entre otras.

  • Los elementos personales donde destacamos:

El papel fundamental de los profesores en cuanto a número y características, su formación, actitudes y expectativas que tienen del alumnado en general y de estos alumnos con dificultades en particular, sus funciones y coordinación.

Las características de los alumnos, el número de alumnos por aula, sus actitudes, sus déficits, sus habilidades, etc.

Las relaciones y el clima del aula.

Los elementos organizativos en los que incluimos las normas que regulan tanto explícita como implícitamente una determinada situación y las pautas de relación entre sus elementos.

Los objetivos y contenidos son las intenciones que mueven la práctica educativa y que deben guiarse por el criterio de funcionalidad que consiste en las habilidades imprescindibles para participar en los contextos sociales presentes y futuros, habilidades de autonomía personal, social, solución de problemas aprovechamiento de tiempo libre.

La metodología utilizada, donde se informa al alumno de los objetivos que se quieren conseguir y se persiguen. Los nuevos aprendizajes se relacionan con conocimientos previos que los alumnos tienen, procurando que el alumno construya su propio conocimiento con experiencias previas.

Las actividades realizadas tienen como objetivo que sean funcionales, faciliten la participación del alumno y favorezcan la adquisición de habilidades sociales y de autonomía.

Durante todo el proceso de análisis de la situación se favorecerá el refuerzo positivo y la motivación, ya que de esta manera, aumentaremos la seguridad del alumno. Para que el alumno complete las tareas partiremos siempre del objetivo que debe ser que el propio alumno se auto refuerce en su propia labor. Para esto también debemos ser conscientes de que debemos proporcionar las ayudas necesarias con el fin de conseguir los objetivos educativos.

Estas ayudas pueden ser tanto físicas, verbales como visuales, atendiendo a la entrada sensorial preferente, al grado de discriminación, a la atención y, por último, a la motivación que presente el alumno ante la actividad planteada. Igualmente, favoreceremos la generalización para facilitar que los aprendizajes se apliquen con frecuencia a lo largo del tiempo, también con otras personas y en otros marcos ambientales hemos de enseñar al alumno a autorreforzarse en el ambiente natural.

A continuación presentamos varios modelos de técnicas y estrategias que pueden utilizarse como por ejemplo el modelado, role playing y resolución de problemas.

El modelado consiste en exponer al alumno a variados modelos en los que se realizan los comportamientos requeridos. La imitación de estos modelos ayudará al alumno a adquirir, aumentar o no presentar determinados comportamientos. Para ello ejercitaremos con verbalizaciones de lo observado, ejecución de una serie de actos verbales o gestuales que se aplicarán dentro de un lugar y marco adecuado, motivación y refuerzo.

El role playing consiste en ensayar con el alumno una serie de habilidades que se requerirán posteriormente en situaciones cotidianas, mediante exposiciones de las situaciones a representar, distribución de papeles, representación y análisis de las mismas.

La resolución de problemas consiste en proporcionar una estrategia que pueda servir en diversas situaciones y en la que se darán los siguientes pasos:

    1. Tomar consciencia del problema

    2. Definirlo

    3. Enumerar posibles soluciones del mismo

    4. Seleccionar una de ellas y llevarla a la práctica

    5. Por último, análisis de las consecuencias de la solución elegida.

Una vez que hemos analizado los elementos previos debemos realizar una evaluación final en la que determinaremos el ambiente en el que la persona vive, aprende, se sociabiliza e interactúa. De esta forma habrá que establecer si aún existiendo limitaciones conceptuales, sociales y prácticas, en dos o más áreas adaptativas, éstas no afectan el desarrollo del individuo, para que se pueda hablar de retraso mental. Para ello cuatro dimensiones:

  • Dimensión I Funcionamiento Intelectual y habilidades adaptativas diagnosticamos retraso mental si el funcionamiento intelectual del individuo está por debajo de 70 - 75 puntos, existen limitaciones significativas en dos o más áreas de habilidades adaptativas y la edad de comienzo es inferior a los 18 años

  • Dimensión II Consideraciones psicológicas y emocionales

  • Dimensión III Consideraciones físicas de salud y etiológicas

  • Dimensión IV Consideraciones ambientales. En estas tres clasificamos y describimos los puntos fuertes y débiles en relación con los aspectos psicoemocionales, el estado general físico, salud, y etiología de la discapacidad y el entorno habitual del sujeto, ambiente óptimo que podría facilitar su continuo crecimiento y desarrollo para identificar los apoyos necesarios.

  • Con estas cuatro dimensiones, el proceso de evaluación se estructura en una serie de pasos que comienza diagnosticando diferencialmente el retraso mental, clasificando y describiendo al sujeto en base a sus potenciales y limitaciones en las distintas dimensiones y en relación al medio en el que se desenvuelve y terminando con la determinación de apoyos necesarios en cada una de las propuestas para identificar así, los apoyos necesarios en cada una de las cuatro dimensiones




resumen

Definición de retraso mental


Según el Departamento de Texas de envejecimiento y de servicios disability el retraso mental se puede definir como una condición individual que por lo general es permanente y que ha sido originada en algún momento de la vida (entre el nacimiento y los 18 años de edad). La capacidad intelectual del individuo es significativamente inferior al coeficiente intelectual promedio (70 o menor; la cota normal se encuentra entre el 85 y el 115) y su comportamiento no presenta el nivel de independencia personal ni de responsabilidad social esperado para una determinada edad en una determinada cultura.


Terminología


En los últimos años han surgido nuevos términos que vienen a sustituir el de “retraso mental” que durante tantas décadas se ha venido utilizando. Las nuevas tendencias defienden que el término adecuado a utilizar es el de persona con diversidad intelectual o bien con funcionalidad intelectual diversa.


Son términos que evitan el uso de una terminología que ya de entrada tacha al individuo como poseedor de problemas o incapacitado para el aprendizaje. Tiene como objetivo evitar las connotaciones negativas que el término retraso mental representa. La nueva terminología aparece vinculada a la defensa y práctica de la inclusividad, calidad de vida y autodeterminación que son prácticas y valores que se deben impulsar en el trabajo que se realiza con estas personas.


Hemos pasado del lenguaje del déficit al de necesidades educativas especiales. Se entiende que la causa de las dificultades con respecto al aprendizaje no se encuentra exclusivamente dentro del alumno y la respuesta educativa que se le da a éste no debe ser sustancialmente diferente que la que se le da al resto de los alumnos.


También debemos tener en cuenta la diferenciación entre el término enfermedad mental y retraso mental. Son términos que se han venido utilizando indistintamente para referirse a conceptos que varían entre sí. Es cierto que en un mismo individuo pueden darse ambas situaciones pero éstas siempre son independientes entre sí.


Tipos de retraso mental


A continuación se incluye El Manual diagnóstico y estadístico de los retrasos mentales de Estados Unidos que presenta una clasificación general de los diferentes trastornos mentales atendiendo al nivel de cociente intelectual. El concepto de cociente intelectual, introducido por Stern, hace referencia a un cociente de edades. Este cociente se halla teniendo en cuenta la edad mental, obtenida mediante un test de inteligencia y la edad cronológica o real. Para hacernos una idea un individuo con una edad mental igual a la edad cronológica tendrá un C.I de 100.




Nivel intelectual según la cifra de C.I. - Grados de retraso mental según C.I.


Cifra de C.I.

Calificación

inferior a 20-25

Retraso mental profundo

20-25 a 35-40

Retraso mental grave

35-40 a 50-55

Retraso mental moderado

50-55 a 70-75

Retraso mental leve

70-75 a 80-85

Retraso mental límite

80-85 a 110-115

Nivel intelectual normal

110-115 a 145-150

Superior a la normalidad

superior a 145-150

Superdotado







Características del retraso mental profundo CI inferior 20-25.

  • Incluye aproximadamente el 1-2 % de las personas con retraso mental.

  • La mayoría de los individuos con este diagnóstico presentan una enfermedad neurológica identificada que explica su retraso mental. Durante los primeros años desarrollan considerables alteraciones del funcionamiento sensorio motor.

  • Puede predecirse un desarrollo óptimo en un ambiente altamente estructurado con ayudas y supervisión constantes, así como con una relación individualizada con el educador. El desarrollo motor y las habilidades para la comunicación y el cuidado personal pueden mejorar si se les somete a una instrucción adecuada. Algunos de ellos llegan a realizar tareas simples en instituciones protegidas y estrechamente supervisados


Características del retraso mental grave CI 20-25 a 35-40.

  • Incluye el 3-4 % de los individuos con retraso mental.

  • Durante los primeros años de la niñez adquieren un lenguaje comunicativo escaso o nulo.

  • Durante la edad escolar pueden aprender a hablar y pueden ser adiestrados en habilidades elementales de cuidado personal. Se benefician sólo limitadamente de la enseñanza de materias preacadémicas como la familiaridad con el alfabeto y el cálculo simple, pero pueden dominar ciertas habilidades como el aprendizaje de la lectura global de algunas palabras imprescindibles para la “supervivencia”.

  • Los adultos pueden ser capaces de realizar tareas simples estrechamente supervisadas en instituciones. En su mayoría se adaptan bien a la vida en la comunidad a no ser que sufran alguna discapacidad asociada que requiera cuidados especializados o cualquier otro tipo de asistencia.








Características del retraso mental moderado CI 35-40 a 50-55.

  • Este grupo constituye alrededor del 10 % de toda la población con retraso mental.

  • Adquieren habilidades de comunicación durante los primeros años de la niñez. Pueden aprovecharse de una formación laboral y, con supervisión moderada, atender a su propio cuidado personal. También pueden beneficiarse de adiestramiento en habilidades sociales y laborales, pero es improbable que progresen más allá de un segundo nivel en materias escolares. Pueden aprender a trasladarse independientemente por lugares que les son familiares. En su mayoría son capaces de realizar trabajos no cualificados o semi-cualificados, siempre con supervisión, en talleres protegidos o en el mercado general del trabajo. Se adaptan bien a la vida en comunidad, usualmente en instituciones con supervisión.





Retraso mental leve CI 50-55 a 70.

Se los denomina los de la “etapa educable” son alrededor del 85 % de las personas afectadas por el trastorno. Suelen desarrollar habilidades sociales y de comunicación durante los años preescolares (0-5 años de edad), tienen insuficiencias mínimas en las áreas sensorio-motoras y con frecuencia no son distinguibles de otros niños sin retraso mental hasta edades posteriores. Acostumbran adquirir habilidades sociales y laborales adecuadas para una autonomía mínima, pero pueden necesitar supervisión, orientación y asistencia, especialmente en situaciones de estrés social o económico desusado. Contando con apoyos adecuados, los sujetos con retraso mental leve acostumbran a vivir satisfactoriamente en la comunidad, sea independientemente, sea en establecimientos supervisados.












EDUCACION

  1. Infantil-Primaria ( 3-12 años)

Normalmente están en el aula ordinaria con apoyos:

- Consultor

- P.T

- Educadora especial

- CRI ( deficiencia visual)

- Fisioterapia

- Logopeda

- Logopeda hipoacusicos

- Terapeuta ocupacional

- Servicios externos:

  • Sanidad ( psiquiatría, neurología,...)

  • Servicios sociales

  • Asociaciones y fundaciones

    1. ESO ( 12-16 años)

Según la capacidad pueden estar en:

-El aula ordinaria

-El aula estable


  • En ambas aulas tendrán los mismos recursos que en la etapa anterior si los necesitan.

  • La figura del consultor en secundaria cambia por la de el orientador.


Hemos mencionado que en esta etapa la edad del alumno se comprende entre los 12 y los 16 años pero existe un margen de edad que puede llevar a los 18 años de edad dependiendo del progreso del alumno dado que que si no evoluciona se quedará más tiempo pero la edad límite será la de 18 años.

      1. CIP ( 16-18 años)

Es un centro en el que los alumnos comienzan un curso de iniciación profesional, en el cual tienen más posibilidades de trabajo.

La edad comprendida en este tipo de centro es entre 16 y 18 años aunque se puede exceder como máximo a 20 años.


4. SECUNDARIA ( NO OBLIGATORIA){ 16-18 años}

Según la capacidad del alumno se distribuye en:

  • Aula ordinaria

  • SAT

Cabe decir que en estos estudios se dispone de los mismo recursos que en los ciclos anteriores.



También existe una serie de programas educativos dirigidos a la búsqueda de los objetivos expuestos:


Terapia de lenguaje:



Este servicio tiene dentro de sus principales objetivos los siguientes:


a) Identificar, diagnosticar y atender las diferencias de comunicación tanto verbal como no verbal que presentan los estudiantes.


b) Contribuir al desarrollo de la comunicación alternativa y/o aumentativa en los niños que así lo requieran.


c)Brindar información y orientación a los padres de familia sobre la atención correctiva ofrecida a su hijo.

d)Asesorar a los padres de familia para convertirlos en entes participativos, así como colaboradores en los programas correctivos.

e) Ofrecer capacitación a los maestros de los niños de la Institución en términos de diagnóstico y estrategias de atención grupal.


Evaluación

Teniendo en cuenta las características y dificultades que presentan los alumnos con necesidades educativas especiales nuestra labor como educadores consiste en un primer análisis de la situación en que se encuentran para determinar qué pasos debemos seguir a la hora de alcanzar los objetivos deseados. Para ello, en primer lugar, debemos realizar una evaluación inicial del alumno que nos guíe en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de realizar una evaluación son los siguientes: el alumno, el contexto, los elementos organizativos, los objetivos y contenidos, la metodología y las actividades. A partir de aquí analizaremos cada elemento por separado.

El alumno:

En primer lugar debemos considerar su historia de aprendizaje ya que podemos obtener información relacionada con las áreas curriculares en las que presenta mayores dificultades, los aspectos biológicos que han podido influir al alumno de una u otra manera, es decir, de una manera positiva o negativa.

También hay que tener en cuenta su estilo de aprendizaje. Esta idea está vinculada con las preferencias que el individuo presenta en el proceso de aprendizaje. Estas variables pueden ser tanto individuales como sociales.

Por último debe analizarse el nivel de competencia curricular. Esto no sólo tiene que ver con lo que el individuo es capaz de realizar y alcanzar sino también con las estrategias a las que recurre para poder alcanzar los objetivos deseados.

Tanto la observación sistemática como las pruebas elaboradas por el maestro y las entrevistas elaboradas al propio alumno y a su familia, son las técnicas más adecuadas para llevar a cabo esta primera fase de evaluación.




El contexto del proceso enseñanza-aprendizaje:

En esta segunda fase de evaluación encontramos los siguientes aspectos:

  • Los elementos físicos, es decir, la ubicación del lugar donde se realiza la clase, el espacio físico, cuyas características afectan al uso y disposición del espacio interior, materiales, mobiliario, equipamiento, materiales de juego y de trabajo, entre otras.

  • Los elementos personales donde destacamos:

El papel fundamental de los profesores en cuanto a número y características, su formación, actitudes y expectativas que tienen del alumnado en general y de estos alumnos con dificultades en particular, sus funciones y coordinación.

Las características de los alumnos, el número de alumnos por aula, sus actitudes, sus déficits, sus habilidades, etc.

Las relaciones y el clima del aula.

Los elementos organizativos en los que incluimos las normas que regulan tanto explícita como implícitamente una determinada situación y las pautas de relación entre sus elementos.

Los objetivos y contenidos son las intenciones que mueven la práctica educativa y que deben guiarse por el criterio de funcionalidad que consiste en las habilidades imprescindibles para participar en los contextos sociales presentes y futuros, habilidades de autonomía personal, social, solución de problemas aprovechamiento de tiempo libre.

La metodología utilizada, donde se informa al alumno de los objetivos que se quieren conseguir y se persiguen. Los nuevos aprendizajes se relacionan con conocimientos previos que los alumnos tienen, procurando que el alumno construya su propio conocimiento con experiencias previas.

Las actividades realizadas tienen como objetivo que sean funcionales, faciliten la participación del alumno y favorezcan la adquisición de habilidades sociales y de autonomía.

Durante todo el proceso de análisis de la situación se favorecerá el refuerzo positivo y la motivación, ya que de esta manera, aumentaremos la seguridad del alumno. Para que el alumno complete las tareas partiremos siempre del objetivo que debe ser que el propio alumno se auto refuerce en su propia labor. Para esto también debemos ser conscientes de que debemos proporcionar las ayudas necesarias con el fin de conseguir los objetivos educativos.

Estas ayudas pueden ser tanto físicas, verbales como visuales, atendiendo a la entrada sensorial preferente, al grado de discriminación, a la atención y, por último, a la motivación que presente el alumno ante la actividad planteada. Igualmente, favoreceremos la generalización para facilitar que los aprendizajes se apliquen con frecuencia a lo largo del tiempo, también con otras personas y en otros marcos ambientales hemos de enseñar al alumno a autorreforzarse en el ambiente natural.

A continuación presentamos varios modelos de técnicas y estrategias que pueden utilizarse como por ejemplo el modelado, role playing y resolución de problemas.

El modelado consiste en exponer al alumno a variados modelos en los que se realizan los comportamientos requeridos. La imitación de estos modelos ayudará al alumno a adquirir, aumentar o no presentar determinados comportamientos. Para ello ejercitaremos con verbalizaciones de lo observado, ejecución de una serie de actos verbales o gestuales que se aplicarán dentro de un lugar y marco adecuado, motivación y refuerzo.

El role playing consiste en ensayar con el alumno una serie de habilidades que se requerirán posteriormente en situaciones cotidianas, mediante exposiciones de las situaciones a representar, distribución de papeles, representación y análisis de las mismas.

La resolución de problemas consiste en proporcionar una estrategia que pueda servir en diversas situaciones y en la que se darán los siguientes pasos:

    1. Tomar consciencia del problema

    2. Definirlo

    3. Enumerar posibles soluciones del mismo

    4. Seleccionar una de ellas y llevarla a la práctica

    5. Por último, análisis de las consecuencias de la solución elegida.

Una vez que hemos analizado los elementos previos debemos realizar una evaluación final en la que determinaremos el ambiente en el que la persona vive, aprende, se sociabiliza e interactúa. De esta forma habrá que establecer si aún existiendo limitaciones conceptuales, sociales y prácticas, en dos o más áreas adaptativas, éstas no afectan el desarrollo del individuo, para que se pueda hablar de retraso mental. Para ello cuatro dimensiones:

  • Dimensión I Funcionamiento Intelectual y habilidades adaptativas diagnosticamos retraso mental si el funcionamiento intelectual del individuo está por debajo de 70 - 75 puntos, existen limitaciones significativas en dos o más áreas de habilidades adaptativas y la edad de comienzo es inferior a los 18 años

  • Dimensión II Consideraciones psicológicas y emocionales

  • Dimensión III Consideraciones físicas de salud y etiológicas

  • Dimensión IV Consideraciones ambientales. En estas tres clasificamos y describimos los puntos fuertes y débiles en relación con los aspectos psicoemocionales, el estado general físico, salud, y etiología de la discapacidad y el entorno habitual del sujeto, ambiente óptimo que podría facilitar su continuo crecimiento y desarrollo para identificar los apoyos necesarios.

  • Con estas cuatro dimensiones, el proceso de evaluación se estructura en una serie de pasos que comienza diagnosticando diferencialmente el retraso mental, clasificando y describiendo al sujeto en base a sus potenciales y limitaciones en las distintas dimensiones y en relación al medio en el que se desenvuelve y terminando con la determinación de apoyos necesarios en cada una de las propuestas para identificar así, los apoyos necesarios en cada una de las cuatro dimensiones